Percy Jackson y el Ladrón del Rayo

- A lo mejor si te esmeras en ese pastel de siete capas... Y a lo mejor si el crío se disculpa por interrumpir mi partida de póquer.
''A lo mejor si te pego una patada donde más duele y te dejo una semana con voz de soprano'' pensé


-Pero nadie me haría daño, ¿no?, Vamos, que el Olimpo debía de tener algún tipo de responsabilidad a terceros, digo yo.


En ese momento me estampé contra un árbol y me salió un buen chichón. Añádelo a la lista de superpoderes que no tengo: visión de infrarrojos


Me encantaría contarte que tuve una profunda revelación durante mi caída, que acepté mi propia mortalidad, que me reí en la cara de la muerte, etcétera
Pero mi único pensamiento era:
¡Aaaaaaaaaaahhhhh!


Quise ahogarme, pero era inmune al ahogamiento


Cien metros más allá, en la piscina, os cupidos seguían filmando. Las estatuas habían girado de manera que las cámaras y las luces nos enfocaban.
-¡La función a terminado!- grité- ¡Gracias! ¡Buenas noches!
(...)
Me pregunté si el Olimpo habría pasado a publicidad y si habíamos estado bien de audiencia


-Así que si los dioses se pelean- dije al cabo-, ¿se alinearían del mismo modo que en la guerra de Troya? ¿Irá Atenea contra Poseidón?
Annabeth apoyó la cabeza en la mochila que Ares nos había dado y cerró los ojos.
-No sé qué hará mi madre. Sólo sé que yo lucharé en tu bando.
-¿Por qué?
-Porque eres mi amigo, sesos de alga. ¿Alguna otra pregunta idiota?

No se me ocurría que decir. Afortunadamente no tuve que hacerlo. Annabeth se había dormido.


-¿Por qué no nos echas una bendición de ésas a nosotros?- le pregunté
-Sólo funciona con animales salvajes
-Así que sólo afectaría a Percy- razonó Annabeth.


-Con todos los canales que hay- le dije-, y tú pones el Nathional Geographic. ¿Estás majara?


-¿Hay un tribunal para los muertos?
- Sí tres jueces. Se turnan los puestos. El Rey Minos, Thomas Jefferson, Shakespeare


-Llevo toda la eternidad luchando, mi fuerza es ilimitada y no puedo morir. ¿Tú que tienes?
''Menos ego'' pensé


''Ares tiene fuerza, pero nada más. Y a veces la fuerza debe doblegarse ante la inteligencia''


Me recorrió un escalofrío y sentí que en la vida no había esperanza, que luchar era inútil.